
El retador, un Tommy Hearns de bolsillo, comenzó a todo vapor tratando de ganar con el anticipo diestro el duelo de zurdos. Narváez fue ajustando su avance, a puro visteo. Y cada vez que llegaba levantaba al público que llenó el Osvaldo Casanova bahiense. Mientras que a Seda (52,150 kg) su padre y DT le pedía actividad, el campeón (51,950 kg), con movimientos medidos, lo evitaba y lo frenaba con medidos ganchos de contra.
En el quinto asalto se cruzaron varios golpes debajo del cinturón y el árbitro yanqui Raúl Caiz Jr. decidió sacarle un punto al boricua que tiraba mucho y pegaba poco. El campeón continuó acercándose y en la siguiente vuelta hizo estallar un bombazo diestro en la pera de Junito, quien quedó paralizado.
Asalto tras asalto, el patagónico trabajó con paciencia de orfebre. Y en el noveno movió al joven retador (diez años menor), le hizo pasar casi todos sus golpes y terminó por afirmar su posición. Seda se la jugó en los últimos dos asaltos, pero todo lo que logró fue quedar varias veces fuera de foco (en una pasada le dio un cocazo al local y le abrió un tajito en el párpado izquierdo) y sólo por actitud se quedó con la última vuelta.
Los jueces tuvieron en cuenta la calidad y eficiencia del campeón. Así, Narváez derrotó al cuarto retador mandatorio de su carrera y llevó su invicto a 34-0-2 (19 KO), mientras que el caribeño bajó a 20-1 (15 KO).
Fuente: Ole.com.ar
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